En la actualidad la tecnología forma parte de la vida cotidiana y el uso de celulares es muestra de ello, los mismos han invadido los hospitales, ya que hoy en día vemos los profesionales de salud que utilizan este artículo electrónico para hacer cálculos, buscar bibliografía de forma rápida, hacer consultas en un momento preciso, revisar técnicas quirúrgicas, resultados de laboratorio, imágenes y por supuesto mantenerse actualizados en cuanto a la literatura médica. Proporciona no solo facilidad en la comunicación en el ámbito hospitalario, sino también acceso rápido a la información, es por ello que su uso es cada vez mayor y la posibilidad de convertirse en una fuente de microorganismos es alta, lo que constituye un riesgo para la transmisión de infecciones asociadas a la asistencia sanitaria tanto para el paciente como al propio personal de salud.

El uso de teléfonos móviles se ha generalizado inclusive en áreas con riesgos microbiológicos definidos, como los laboratorios clínicos y unidades críticas. ⁽¹

En 1861 según Acevedo et al., ² el eminente médico húngaro Ignacio Felipe Semmelweis demostró que las bacterias se trasmiten a los pacientes a través de manos contaminadas de los trabajadores de la salud. La infección asociada a la atención de la salud es en la actualidad uno de los principales problemas sanitarios a nivel mundial.

Los celulares del personal de salud pueden transmitir sepsis, ya que al igual que las manos, son un elemento riesgoso para la transmisión de bacterias y gérmenes. La contaminación bacteriana en equipos móviles se relaciona al quebrantamiento de las normas básicas de higiene y bioseguridad. Las bacterias causantes de las infecciones nosocomiales, se localizan en todo el entorno hospitalario, estos microorganismos se transmiten principalmente por contacto directo y el personal de salud es potencial transmisor de agentes patógenos a través de las manos; en la actualidad el uso indiscriminado de celulares se convierten en fómites para la transmisión de infecciones. ³

La mayoría de equipos móviles son elaborados de plástico; por ende las bacterias tienen la disponibilidad de unirse a este tipo de materiales. Luego de su adhesión, son aptos en producir biofilm y emplearlos en forma de nutrientes. Las bacterias como el Estafilococo aureus, Pseudomona aeruginosa y Escherichia coli tienen la capacidad de fijarse a la superficie plástica del equipo móvil manteniéndose viables. ⁴

Este artículo es utilizado sin restricciones o cuidados para desinfectarlos, por lo tanto, constituyen una fuente de contaminación para las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria porque se asocian en su gran mayoría de los casos a la falta del cumplimiento de las normas de bioseguridad, al no lavarse de manera correcta las manos para usarlos en área de altos riesgos como son las terapias intensivas, los salones de operaciones. Son manipulados constantemente por parte del personal médico sin que reciban una adecuada desinfección luego de su uso, por lo que pueden contaminarse con bacterias presentes en la piel y manos del usuario.

En algunas ocasiones, se carga la batería del celular colocándolo en superficie no limpias, desde mesa hasta en el piso. De esta manera, el teléfono celular se transforma en un reservorio de bacterias que serán recogidas por las manos del usuario durante un nuevo uso; convirtiéndose en un fómite, el de más amplia difusión y que pasa más inadvertido por el personal de salud. ⁵

El riesgo de sufrir infecciones podría no estar limitado solo a los dueños y manipuladores habituales de estos dispositivos, sino también extenderse a sus manipuladores ocasionales extrahospitalarios, que suelen ser niños. ⁽¹

La medida preventiva más sencilla y efectiva para evitar la transmisión de microorganismos a través de los teléfonos móviles es lavarse las manos con agua y jabón. Además, es útil mantener limpio y desinfectado de manera regular y rutinaria los celulares empleando agentes bactericidas como el alcohol etílico al 70 %.

No existe un protocolo de limpieza ni restricciones en su uso a nivel hospitalario, por lo que es primordial que se concientice al personal de salud sobre el riesgo de infección que es inherente al uso de dispositivos móviles para desarrollar políticas y procedimientos para la limpieza y desinfección correcta de los mismos. Se deben llevar a cabo programas de educación, capacitación y establecer mejores prácticas junto con programas de monitoreo para el cumplimiento.