Muy significativo y relevante se valora el artículo de los autores Toledo Hernández et al. ⁽¹⁾ al aplicar una intervención sobre el método clínico de los estudiantes de tercer año de la carrera de Medicina, lo cual brindó un tratamiento metodológico al sistema de ejercicios aplicado, al fortalecer la educación del método clínico lo que llevó a mejorar las tres dimensiones establecidas.

El trabajo metodológico tiene la misión de garantizar la interacción del docente con el objeto de la profesión y diseñar estrategias o soluciones alternativas para elevar la calidad del proceso docente educativo en el área del conocimiento en que el profesor se desempeña, le permite vencer las expectativas y objetivos trazados durante el desarrollo del proceso. ^2,3,4

El método clínico-epidemiológico y social posee técnicas propias para interactuar con el paciente, sus elementos son esenciales para arribar al diagnóstico, y por consiguiente, dictar una conducta terapéutica. ⁵

Para Rodríguez Cabrera L e Ilizastigue Dupuy F, citado por Pérez Bada E et al. ⁵ el método clínico no es más que el método científico aplicado al trabajo con los pacientes a partir de la premisa que ninguna técnica puede sustituir al pensamiento humano, al intelecto del hombre. Al coincidir con los autores de la investigación, en la importancia de reconocer y enseñar que las nuevas tecnologías son más útiles cuando se aplica de forma correcta el método clínico y ese saber hacer se le debe incorporar al estudiante, para que desde temprano no desprecie el interrogatorio, el examen físico y el razonamiento lógico. ¹

Entre sus componentes se encuentran el interrogatorio y el examen físico los cuales constituyen algunas de las habilidades clínicas a desarrollar por el estudiante de Medicina en formación.

El método clínico comprende un grupo de pasos ordenados que todo médico debe aplicar en la búsqueda del diagnóstico de los problemas de salud de sus pacientes que se inicia con el establecimiento de una correcta relación médico paciente. Por su parte Nasiff Hadad A, ⁶ expresa que, si un galeno es capaz de inducir y conducir de manera adecuada un interrogatorio, obtiene el diagnóstico correcto en un número elevado de los casos que atiende.

Su enseñanza necesita de una estrategia dirigida a la formación de las habilidades necesarias en el estudiante; no se trata de un aprendizaje reproductivo, sino de su dominio profesional progresivo mediante la integración de conocimientos y la formación y desarrollo de habilidades específicas de la profesión médica. A pesar de que existe consenso sobre la necesidad de perfeccionar el desarrollo de estas habilidades clínicas, hay múltiples evidencias de dificultades en su adquisición por parte del educando.

En el mundo hay una crisis del método clínico ⁽⁷⁾ debido a un deterioro de la relación médico-paciente, al menosprecio de la clínica, a la sobrevaloración de la tecnología y al desinterés por el generalismo.

La metodología para su aprendizaje y dominio es el protagonismo por parte del profesional y del estudiante en formación insertado en la realidad de los servicios de salud, esta es la única forma de apropiarse del método clínico. No se trata de transmitir información, sino de fomentar el desarrollo y práctica de los procesos cognoscitivos del estudiante, cuyo fin es lograr un adiestramiento significativo. ⁸

Es necesario enseñar al estudiante el método clínico como expresión de la aplicación del método científico al estudio del proceso salud-enfermedad, de esta forma estos futuros profesionales mantendrán en la cima los logros de la Revolución Cubana alcanzados en el sector de la salud.

Se gratifica la publicación del artículo pues ha sido una selección excelente por parte del comité editorial, donde este colectivo de profesores demostró resultados favorables con la aplicación de la intervención educativa.

El profesor de las Ciencias Médicas, al igual que los restantes docentes, debe caracterizarse por una adecuada comunicación dentro del proceso pedagógico que favorecerá la aprehensión en los alumnos de los mensajes educativos que sean capaces de transmitir. A través de las habilidades que utilice, podrá impartir los contenidos de modo que lleguen a motivar a los estudiantes en el fortalecimiento de los conocimientos, sentimientos y valores, al propiciarle que sean más creativos y estimularle el desarrollo de las habilidades comunicativas. ⁽⁹

Según Froebel F citado por López Rivadeneira C, ¹⁰ “Aprender una cosa viéndola y haciéndola, es algo mucho más formador, cultivador y vigorizante que aprender simplemente por comunicación verbal de ideas.”